30/10/17

“Me encantaría hacer una película de vampiros que reivindicase a todo un cine”


Tras casi cuatro décadas, María José Cantudo vuelve a ponerse los colmillos para promocionar la Semana y homenajear al cine de terror español





“Me encantaría hacer una película de vampiros que reivindicase a todo un cine”

Tras casi cuatro décadas, María José Cantudo vuelve a ponerse los colmillos para promocionar la Semana y homenajear al cine de terror español de los 70

noticiasdegipuzkoa.com

Preocupada porque su pelo no se rizara con el sirimiri, la andaluza estuvo ayer en la presentación de la exposición Mil Gritos en la noche. Una muestra que reúne a actores y actrices de un género que muchas veces ha sido denostado, pero que tiene prestigio en el extranjero.

Imagino que será todo un honor ser la imagen de la Semana.


-Estoy muy honrada de ser la imagen de una ciudad tan bella como Donostia, con tanta categoría y con tanta clase. Yo admiro mucho el arte y las personas nobles y esta tierra las tiene.

¿Conocía el festival antes de venir?

-Lo cierto es que no. Las películas de terror que hice en los 70 han cogido fama ahora. Trabajos que hice con 16, 19 y 20 años son iconos de culto en países como China, Japón y Estados Unidos. Es algo que no me lo esperaba y que me ha permitido conocer nuevos festivales. Es algo increíble.

Muchos de sus trabajos, como ‘Autopsia’ o ‘El huerto del francés’, son un éxito en el extranjero.

-Sí. El otro día, por ejemplo, iba a mi casa en Madrid cuando me rodearon un montón de japoneses que querían hacerse fotos conmigo. No entendía nada hasta que la guía que iba con ellos me explicó que yo era muy conocida allí. No me lo creía, pero no es la primera vez. Otras veces me viene gente con camisetas con mi cara de vampiresa. Son películas que hice en su momento y que me están dando muchas alegrías hoy en día.

¿Cómo fue su inclusión en el terror?

-Comencé haciendo películas, no porque quisiera ser actriz, sino porque quería ganarme un dinerito. Mientras estudiaba arte y decoración, hacía pases de moda y me llamaron para rodar cine. Sin quererlo, comencé a trabajar en filmes de género. Yo no era consciente de nada, lo único que sabía era que pasaba un frío tremendo. En pleno invierno nos metíamos en un pantano. Era espantoso, pero había que hacerlo. No había dobles.

¿Cómo recuerda su debut en ‘El espanto surge de la tumba’ con tan solo 16 años?

-Lo recuerdo de forma muy graciosa. Emma Cohen hacía de mi hermana mayor y no tenía ni siquiera camisón. Tuve que prestárselo yo. Todo esto lo vivimos en un ambiente muy sano, en el que nos ayudábamos los unos a los otros. No había esa idea de yo soy la estrella o yo soy más que nadie.

¿Cómo fue decirle a su familia que iba a hacer películas de terror?

-En mi familia no había habido nunca una actriz, así que imagínate. Un día, mi abuela al ver unas fotonovelas que había hecho en las que hacía como que le daba un besito a un señor, cogió la zapatilla y casi me deja sin trasero. Pero es normal, es una profesión en la que no tienes nada seguro y en la que te pueden levantar un falso testimonio en menos de lo que canta un gallo.

El cartel y la exposición sirve para reivindicar una época que ha llegado a ser hasta denostada.

-Somos la pera. Es una lástima que no nos demos la categoría que tenemos. Muchas veces se nos considera más fuera. Es un cine que se hizo con muy poco presupuesto, pero que se hizo con mucho amor. Teníamos gran disciplina y gran ilusión. Afortunadamente estamos teniendo ahora una recompensa que en su momento no tuvimos. Volviendo a ver estas películas con la perspectiva de ahora, me he dado cuenta de que, hasta trabajos como Las alegres vampiras de Vögel, tienen mucha gracia y te permiten disfrutar de un buen rato.

Además, para entender el cine español actual, es necesario comprender el pasado.

-Claro. Tendríamos que mirar nuestra cultura mucho más y no decir que todo lo habíamos hecho mal, porque es mentira. Tenemos que entender qué es lo que valía y hacer un homenaje a toda esta gente. Muchos no tuvimos la oportunidad de ir a la Universidad, y tuvimos que hacer muchos sacrificios. Lo mínimo es reconocer a todas estas personas.

Era un cine muy artesanal en muchos aspectos, ¿ha cambiado?

-Era un cine que, a pesar de todas las dificultades, se hacía con mucho cariño. El cine de ahora no me gusta, es otra cosa. Todo lo que he hecho en la vida, lo he hecho, y estoy muy contenta con ello y con mi profesión.

¿Echa en falta originalidad?

-Se ha perdido, sí. En esa época todo el mundo carecía de preparación, lo que les obligaba a superarse. Ahora venimos todos muy preparados, creemos que tenemos todo aprendido y no es así. El aprendizaje se hace con sudor. Un arquitecto que está estudiando y a la vez trabajando siempre será más que un arquitecto que solo ha estudiado.

Ahora que ha vuelto a ponerse los colmillos para el cartel, ¿piensa en volver a una película de terror?

-Me encantaría hacer una película de terror que fuese lo más. Que cogiera todo ese cine que hicimos para darle el lugar que le corresponde. Porque por mí sola no puedo producirlo, que si no lo haría.

¿Sería una película de vampiros?

-En estos momentos, cualquier película que no sea de vampiros, la rechazaría. Me gustaría reivindicar todo lo que hicimos entonces, pero con el bagaje que tengo ahora. Ya no soy una niña. Soy una actriz hecha y derecha, lo que me permitiría poder decir: ahora sí que van a saber ustedes lo que es una película de terror. Si fuimos capaces de hacer estas producciones sin nada, ahora, con posibilidades, fíjate lo que podríamos hacer.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario